jueves, 26 de noviembre de 2009

si creo reviento...

Esto me pasó, obviamente, adivinen donde, dale , dale vos podes… si, si en el subte…

Resulta que lo tome a la mañana desde la estación Pza. Italia de la línea D, hasta Diagonal Norte, como siempre camino desde mi casa unas 4 cuadras y me meto por la boca que tiene un burgerking al lado. Últimamente me hinche los huevos de los repartidores de diarios gratuitos, especialmente los del diario El Argentino, que por más que pongan minas en tetas y culos en la tapas (dije alguna vez que me gustan esas señoritssss? Léase señoritas sin A así como con los dientes apretados… señoritssss)

No deja de ser un diario oficialista de mierda, sobre todo las notas del boludomental de un tal Giles que si podría le chuparía el jugo conchal a la Señora Presidenta de la Nación, hasta hace un par de años le daba a la presidenta, ahora ya no, sufrió los estragos del sillón de Rivadavia el cual vuelve a los presidentes feos, gagas y déspotas, lo de corrupto no me molesta porque yo haría lo mismo… Bue, la cosa es que ya no quiero leer más el diario ese, pero ese día el repartidor fue rápido y me lo encajo justo en la frente a lo que tuve que hacer un movimiento como para no pegarle con la cabeza y justo cuando lo toque el lo soltó, conclusión ese rejunte de salmos adulantes a la pareja del Sur, había caído en mis manos y sin más lo lleve conmigo, baje la escalera común y luego la mecánica, cuando el subte esta viniendo uso la segunda escalera común que es por la que se baja rápido, pero como había visto en los molinetes el cartel de Linea D con demora, opte por relajarme y usar las mecánicas.

Llegué al anden con mi diario en la mano flameando adrede para pasar por delante del pelotudo del diariero que vende ahí y que este explote de ira porque ya todos tenemos diarios gratis y el no pueda vender su mercadería. Una vez le pedí una revista de las expuestas en el kioskito sobre aviones, la quería mirar para decidir si comprarla y como no me respondió la tomé solo, a lo que este desagradable salió como un enanoiracundo a arrebatármela de la mano al grito de yo me mato ordenando para que estos forro me pongan patas para arriba el puesto. La tomó y mirándome fijo la acomodo con precisión milimétrica en donde estaba originalmente y mientras hacia esto me decía, “no es que no soy el dueño, viste y si viene” le dije “si viene va a ver a un posible cliente evaluando si comprar algo o no, para que es el local? Para vender o exponer?” Me responde, “no vos sabes como es esto el dueño no, viste yo me mato ordenando, pero no el dueño no le gusta, que pfff”… No lo escuche más seguí caminando por el anden, desde ese día somos enemigos íntimos en silencio y día a día sueño como el subte se descarrila y se lleva puesto a ese enanomaldito y su puesto impoluto…

Llega al subte a la estación y era uno de esos días en los que tenes que entrar clavándole un puño en la espalda a la gentedemierda que espera que llegue su turno de bajar pegados en las puertas. Y acá me quiero detener, señoras, señores, la culpa que se viaje tan mal en ese medio de transporte es de la empresa y de la gente imbécil que no sabe utilizarlo, viajo de toda la vida y nunca vi a nadie perder la parada por no poder llegar por la cantidad de gente, he visto gente quedarse dormida o distraída, pero nunca nadie se quedo adentro por no poder vencer al mar de humanos. Entonces que alguien me diga por que, pedazos de mierda, se quedan en la puerta, circulen para el medio, todos tienen síndrome de Guarda y no dejan bajar ni subir a menos que se aseguren el escape de la formación! Ya me descargué, igual me siguen dando bronca, deben ser los mismos que en el embarque a un avión esperan parados en lugar de esperar ser llamados por sus números asientos, esos despiertan mi ira también

En un momento del viaje sonó mi celular, era un cliente al cual estaba buscando hacía días y al parecer tenía su numero mal o algo porque no atendía mi llamado nunca, me comenta sus intenciones de compra de mis productos en cantidades exorbitantes, fantásticas, inimaginables, le respondo que no hay problema, aunque si lo habrá pero ante semejante pedido no puedo arrugarme, debo dar el salto y decirle por su puesto y que me deje su teléfono que en cuanto organice todo lo llamo, eso era a más tardar al otro día a primera hora, el me dice que no puede pasar del día siguiente sin confirmar y que si no llamaba para el días siguiente a primera hora se caería todo y le daría mi contrato a la competencia. A mi me caían gotas en la espalada de solo escuchar eso, tome una lapicera de mi morralgay que llevo y anoto sobre la segunda hoja del diario El Argentino, sobre una nota obsecuente referida a la reactivación argentina el numero de mi cliente mas grande de la historia, Estuve siempre equivocado? Argentina se levanto y anduvo? Los K son lo más grande? No no no no, solo suerte y fruto de mi esfuerzo…

Al lado mio una pareja de adolescente/adultos se mataban a los besos y toqueteaban, el era un pibe normal y ella estaba como desesperada, se movía como si el flaco le estaría entrando y hasta en momentos se la escuchaba gemir, no me calentaban pero si me distraían, una señora le toco el hombro a la chica y le pidió por favor si podían parar porque había chicos en el vagón, yo no vi ninguno, lo más chico que vi eran un par de puberes que eran los que más disfrutaban del espectáculo.

Estuvieron así desde Agüero hasta mi destino en Diagonal Norte.

Se bajaron ambos muertos de risa, y la señora también, creo que lo habrá disfrutado y todo.

Empiezo a caminar por el anden y se escucha de fondo “Señor lo molesto no me regala el diario?” y así como diez veces hasta que tengo al lado al emisor de este sonido, en un acto de distracción y como siempre, extiendo mi brazo y entrego el diario, se escucha el grito de “grrrracias” con muchas erres! Y seguí caminando, camino 2 cuadras y llego a mi oficina, me siento en mi escritorio, literalmente, sobre el, hago esto todas las mañana tomo el té sentado(apoyado) en la mesa. Cuando algo me da una señal de alarma, y pasa mi vida delante de mis ojos, mis padres mis primeras palabras, mi primer sapo asesinado, mis golpes a mi hermano, la primera chica que por lastima y un alfajor me dejo tocarle las tetas (que vida de mierda) el repartidor de El Argentino, el enano del puesto, mi cliente, mimorralgay, sutelefono, la pareja calentona, la señora, mi diario regalado… uf… Como mierdaaa es que le di el teléfono de mi pase a jubilación a un mendigo de diario, para que este luego a las 6 de la tarde lo venga al grito de “Diario a voluntad” lo que vale ese teléfono para mi y para mi competencia, sino lo llamo para mañana a la mañana estoy muerto… Nunca me lo voy a perdonar!!! Y el no me va a llamar ni a palos ya paso esto y no llama, nunca llama…

Volví corriendo al subte a buscarlo, ya me veía revolviendo en un mar de El Argentino, La Razón y no se cual otros, todo lleno de tinta y más pero mi fantasía se desvaneció al ver que el manguerodediarios no estaba en su puesto. Pero a que hora termina la jornada este tipo? Vagoemier como se va a ir a las 10? Ya no estaba y a mi no me quedaba otra que lamentarme y llorar mi desgracia y putear y maldecir a cualquiera que se me cruce en el camino.

Y así transcurrió mi día un fracaso tras otro, las ventas no repuntan y el barco se hunde, no queda más tiempo, se va a pique y mis sueños de jubilación temprana (a los 35 quiero estar comiendo pateé de aceitunas en bruschetas con un espumante cada miércoles a las 12 del mediodía después de volver de volar planeador o algo así, pero no… unico que evidentemente volara será mi empresa y tiene como destino el aeropuerto internacional del Tacho!

A las 17:30 decidí que no quería estar más en mi oficina, agarré mis cosas y salí enfile de nuevo para el escenario de mi desgracia matutina, esperando ver… nada que voy a esperar… llega el subte, a esa hora la línea D cada tanto saca un tren vació desde esa estación por lo cual me senté, me pude sentar en hora pico, mi suerte estaría cambiando? Elegí un asiento del medio de esos que pasan desapercibidos, apoye mi cabeza contra la ventana e intente descansar, cerré los ojos… en eso siento que alguien me sacude la pierna, abro los ojos y es uno de esos chiquitos que reparten stickers y te dan la mano, estaba especialmente sucio, pero le di la mano igual, confieso que me dio algo de asco, porque tenia una mugre de esa pegajosa, no era solo polvo, pero no le acepte sus stickers, me dormí de nuevo… Pasaron dos estaciones y comienzo a escuchar de fondo el grito de “diario a voluntad, diario a voluntad” lo dicen muy rápido e inentendible, pero dicen eso, lo juro…

Me reí de mi desgracia y volví a cerrar los ojos, el chico que repartía los diarios iba dejando uno en las piernas de cada persona sentada, deja uno en la faldas de un señor al lado mió el cual lo para y le dice “no no me dejaste El Argentino, no tenes la Razón?”, el chico busca toma el diario del señor y le da La Razón del día… el señor le da 25 ctvs y le retira la mirada sin siquiera decirle gracias. A mi me toco obviamente lo que había dejado este hombre, como me quería distraer, acepte el diario, le doy 75ctvs que tome rápido de mi bolsillo y tomo el ejemplo del señor anterior, no el de no hablarle sino el de pedirle el cambio del diario, no por capricho sino porque ya lo había leído a la mañana y no me traía muy gratos recuerdos esas tetas de tapa. El chico busca entre su pila, busca, busca pero no, me dice “no no me quedo, quiere que le devuelva la plata” le dije “no deja, anda”… se va…

Tener el diario enfrente mío fue como un recuerdo de lo que me había pasado y un ayudamemoria de que soy un taradupidomental, distraido y que un par de gemidos de una pendeja trola me habían hecho perder el negocio de mi vida.

Con el diario doblado en dos intento dormir de nuevo, recuesto mi cabeza y desde la estación Agüero, entra un olor penetrante a, no lograba definir que era, aceite, una comida, a que olía eso? Con los ojos todavía cerrados, pienso y mi boca se lleno de saliva, eran aceituna, era olor a aceitunas verdes, penetrante, de donde venia, me quise dar vuelta para mirar pero de pronto el tren siguió su marcha y no pude ver nada… Pensé la próxima vez me bajo a ver de donde viene…

Abro mis ojos y veo aun en mis piernas el diario, lo abro para ojearlo en la segunda hoja…y con la vista todavía nublada por el sueño, imagino que veo números negros manuscritos con una caligrafía muy familiar, “EL TELEFONO DE MI CLIENTE”… Refriego aun más mis ojos, hago foco, miro de nuevo, suspiro profundo... soy un idiota por un segundo imagine que... no, nada, soy muy inocente...

3 comentarios:

  1. Ay, en un momento me asusté! Pensé que me ibas a negar el final feliz con una frase de cierre como: "Soy un pelotudo, la flashee con que iba a encontrar el teléfono de mi cliente", pero no, fuiste bueno! Gracias!

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  2. y por eso un mes después lo cambie y puse el tuyo, fue como un final colaborativo...

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